Montecassino es sin duda una referencia necesaria para poder comprender la historia de Europa y del mundo. Después de la sesión invernal de exámenes la comunidad del Sedes Sapientiae realizó una peregrinación que tenía como meta la tumba de los santos hermanos gemelos san Benito, patrono de Europa, y santa Escolástica. Sus reliquias reposan en la abadía benedictina de Montecassino, lugar donde pudimos participar en la Misa dominical según la tradición monástica y rezar por las personas que se encomiendan a nuestras oraciones, así como por el éxito de las iniciativas de evangelización en Europa y el mundo.
Después de la celebración, pudimos conocer a detalle muchos datos y curiosidades sobre la construcción e historia del sitio gracias a un recorrido que hicimos con Anna Maria, una excelente guía. Con admiración nos percatamos de la bien lograda reconstrucción de la abadía que fue arrasada por un bombardeo en febrero de 1943.
Tras comer los deliciosos emparedados que prepararon las religiosas y señoras que cuidan de nosotros en el Colegio, visitamos también el cementerio militar polaco que se encuentra en las proximidades de la abadía. Fue una ocasión para rezar por la paz mundial y el eterno descanso de todos los fallecidos como consecuencia de la segunda guerra mundial.
Terminamos esta entrada del blog no sin antes decirles que los monjes benedictinos aún están en búsqueda de algún artista de renombre que quiera obsequiar su trabajo para decorar las bóvedas y cúpulas reconstruidas del templo. Los monjes calculan que un artista pintando sin descanso, tardará al menos 30 años en terminar la obra. Si entre los lectores hay alguien disponible para tal empresa, no dude contactar al Abad.