El Colegio

Mensaje del Rector
​En cada momento de la historia humana se siente la absoluta necesidad de sacerdotes, hombres elegidos por Dios para ser mediadores entre Él y cada hombre. Quizá en nuestra época sea más evidente que hacen falta con particular urgencia.
Sin embargo, no es suficiente que haya un buen número de sacerdotes: se requiren sacerdotes bien formados intelectualmente, con un profundo espíritu de oración, sacrificados, generosos; en suma, santos sacerdotes.
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La formación intelectual les ayudará a dar respuesta, a la luz de las enseñanzas de Jesucristo trasmitidas por la Iglesia, a las numerosas y profundas preguntas que se pone la actual humanidad.
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El Colegio Eclesiástico Internacional Sedes Sapientiae, junto a la Pontificia Univerdad de la Santa Cruz, tratan de trabajar con unidad de esfuerzos para lograr el doble objetivo de formación intelectual y la santidad de vida, con el deseo de poder ofrecer a muchas diócesis en todo el mundo “sacerdotes fieles, devotos, doctos y abnegados; ¡y siempre contentos!”, como auguraba San Josemaría. Y con él deseamos “que nuestra Madre del Cielo, Spes nostra Sedes Sapientiae, Ancilla Domini, nos alcanze la gracia de ser sacerdotes a la medida del Corazón de su Hijo y de su Corazón Inmaculado”.
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Trabajar en Roma para lograr este objetivo ofrece, además, una nota específica, también muy querida por San Josemaría: la romanidad, la catolicidad, la universalidad. Deseamos que los sacerdotes que, con la gracia de Dios, se forman en este Colegio, lleven a las iglesias locales un gran amor por el Santo Padre y por la Iglesia Universal.

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