El verano de 2020 ha sido un verano muy especial por causa de la pandemia covid-19, que ha cambiado las vidas de todos. Después de los meses de cierre, se inició la reapertura gradual de los lugares públicos, incluidos los centros asistenciales y las parroquias con las que los seminaristas del Sedes Sapientiae colaboramos. En la medida de lo posible, y siempre con pleno respeto a las medidas de protección y distancia social, pudimos ayudar, acompañar y aprender de los párrocos sirviendo junto a ellos al pueblo de Dios.
La pastoral en periodo vacacional es una experiencia única, que aporta tanto a nuestra formación y que siempre vivimos con una sonrisa. Esta vez no fue la excepción, aunque la sonrisa estuvo oculta bajo la mascarilla.