Inmediatamente después del Domingo de Pascua, algunos de los seminaristas participaron en el retiro anual. Este año el retiro se celebró en la casa del Belvedere, en Roma. La semana de silencio durante la Octava de Pascua es un momento excelente para reavivar nuestra vida espiritual y para rejuvenecernos.
Estamos especialmente agradecidos a don Manuel Belda, que dirigió las meditaciones cada día y sirvió de confesor durante todo el retiro. Algunos de los temas del retiro incluyeron la importancia de la oración en la vida sacerdotal y la devoción a la Santísima Virgen María a través del Rosario. Durante la semana, explicó la profundidad del Padre Nuestro y su riqueza cuando se reza de forma meditada. Además de las meditaciones, el retiro fomentó la oración intensa a través de la Santa Misa, la Liturgia de las Horas, la Bendición y las conversaciones guiadas.
Los seminaristas regresaron al final de la semana con grandes sonrisas en sus rostros.
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