
Como es tradición en el Sedes, al final de los exámenes del primer semestre disfrutamos de un día de excursión tanto para descansar de forma enriquecedora como para reforzar los lazos de fraternidad. Esta vez fuimos como peregrinos a Cascia, el lugar donde vivió Santa Rita. Al llegar visitamos el monasterio y más tarde, al mediodía, participamos en la Eucaristía en la Basílica junto con muchos otros fieles; el coro del colegio animó la celebración.
Después de la Misa tuvimos la oportunidad de rezar ante la tumba de la Patrona de las causas imposibles. Más tarde, por la tarde, fuimos a apreciar brevemente la belleza de Spoleto, una ciudad medieval.