El sábado 2 de marzo, aproximadamente treinta de nosotros pudimos visitar la Necrópolis del Vaticano, ubicada a 10 metros de profundidad debajo de la Basílica de San Pedro, en la nave central de la Basílica. La Necrópolis pertenece a un área funeraria de la época romana, formada a lo largo del tiempo junto al circo de Nerón, donde coexisten tumbas cristianas y paganas que datan del período entre los siglos I y IV. Sin duda un dato muy importante de este lugar es que en él se encuentra ubicada y resguardada la tumba de san Pedro.
Recibidos por un excelente guía que nos acompañó a lo largo del viaje, tuvimos la oportunidad de apreciar varias tumbas espléndidas gracias a las excavaciones realizadas durante el pontificado del Papa Pío XII entre los años entre 1939 y 1949. Luego nos dirigimos hacia el área que se ubica debajo del altar actual de la Basílica, llegamos al lugar donde se encuentra la tumba de San Pedro y donde, en una caja de plexiglás estan resguardados los restos que, se cree, pertenecen al Apóstol. Aquí pudimos hacer una pausa de oración, recordando también al Papa Francisco. Ciertamente fue una gracia particular poder detenerse en ese lugar donde los primeros cristianos peregrinaban para rezar.