
Del 26 al 28 de diciembre de 2024, los seminaristas de primer año de nuestro colegio se embarcaron en un viaje cultural por Toscana, visitando Siena, Pisa, Lucca y Florencia. Este viaje ofreció una oportunidad única enriquecer su cultura y también para profundizar en su fe mientras se sumergían en el rico patrimonio espiritual y artístico de la región.
En Siena, los seminaristas exploraron la Catedral (Duomo di Santa Maria Assunta), una impresionante obra maestra de la arquitectura gótica, junto con su museo y baptisterio. También visitaron la Basílica de San Domenico, donde reflexionaron sobre la vida de Santa Catalina de Siena, una de las santas más veneradas de la Iglesia. La basílica alberga la Sagrada Cabeza de Santa Catalina, una preciada reliquia traída a Siena desde Roma en 1383, que sigue inspirando la devoción cristiana.
Otro lugar destacado en Siena fue el Milagro Eucarístico en la Basílica de San Francisco. Sorprendentemente, estas Hostias han permanecido incorruptas a lo largo de los siglos, desafiando las explicaciones científicas y sirviendo como testimonio del misterio perdurable de la Eucaristía.
La siguiente parada fue Pisa, donde los seminaristas se maravillaron ante la Piazza dei Miracoli, donde se encuentran la Catedral de Pisa (Duomo Santa Maria Assunta), el Baptisterio y la emblemática Torre inclinada. También visitaron el Camposanto Monumentale, un cementerio monumental que a menudo se pasa por alto pero que destaca por su importancia histórica y artística.
En Lucca, el grupo visitó la Catedral de San Martín, un antiguo emplazamiento famoso por sus valiosas esculturas y pinturas que datan del siglo VIII. Los seminaristas reflexionaron sobre la rica historia cristiana de la ciudad mientras admiraban el arte sacro de la catedral. La peregrinación concluyó en Florencia, donde los seminaristas visitaron la maravillosa basílica de Santa María Novella. Guiados por un experto local, profundizaron en el diseño arquitectónico de esta iglesia y sus vínculos simbólicos con Florencia. Los seminaristas también exploraron la Catedral, el Baptisterio de San Giovanni y el Museo de la Ópera del Duomo, que alberga célebres obras de arte que abarcan más de siete siglos.
Esta peregrinación por la Toscana permitió a los seminaristas no sólo apreciar el esplendor arquitectónico de la región, sino también reflexionar sobre las perdurables tradiciones espirituales que siguen conformando la fe y la cultura de Italia.