Desde hace siglos los cristianos dedicamos el mes de mayo a la veneración y especial honra de la Madre De Dios y Madre nuestra. A través de diversas manifestaciones de piedad demostramos el amor que tenemos por Aquella que supo amar a Dios sobre todas las cosas y que por amor a Él, nos acoge también a nosotros como hijos.
Para inaugurar el mes de Mayo, un grupo de seminaristas peregrinaron al Santuario de la Madre de las Gracias de la Mentorella, ubicado a 1018 m de altura entre Tivoli y Palestrina al sur-este de Roma. En el complejo del Santuario se conserva la primera gruta que San Benito de Nursia escogió para retirarse en oración. Desde 1857, el Santuario está custodiado por la Congregación de la Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo, que tiene sus orígenes en Polonia.
Sea por su profunda devoción a la Madre del Señor, sea por la amistad con la comunidad de sacerdotes de la misma patria del Santo; San Juan Pablo II, siendo pontífice, visitó varias veces el Templo en el que tantas veces antes de su elección había rendido homenaje a María Santísima. Agradecemos a los padres resurreccionistas por su calurosa acogida.
Siguiendo la tradición de nuestro colegio, el sábado 07 de mayo, los alumnos de tercero de teología viajaron hasta el primer santuario mariano de la historia: La Santa Casa de Loreto. Loreto resguarda la casa en la que, según la Tradición, vivió la Madre del Señor y en la que pronunció su sí cuando le fue propuesta, a través del Ángel, ser la Madre de Cristo. La visita guiada en la que pudieron participar permitió dimensionar a profundidad el valor que tiene Loreto para la historia del cristianismo y poder leer la profundidad de todos los símbolos que decoran el templo.
En ambas peregrinaciones recitamos todas las partes del Rosario suplicando a Dios que, por lo méritos de María Santísima, nos permita acoger el proyecto que tiene para nuestra vocación como hizo María al pronunciar su fiat.