Termina el curso; hemos superado los exámenes incluso con buenas calificaciones; la primavera está en su esplendor. Son algunas de los motivos de gozo que uno puede sentir en junio, pero probablemente son los principales ni tampoco los más intensos. En cambio, sí nos llenan de una alegría muy profunda las noticias de las ordenaciones diaconales o sacerdotales de antiguos alumnos del Sedes Sapientiae. En este mes fueron numerosas, gracias a Dios.
Nuestro querido hermano Fauster Mwintome Baapele recibió la ordenación sacerdotal en la diócesis de Damongo (Ghana) el día 11. Laerth Ferreira también fue ordenado sacerdote el 17 de junio en la diócesis de Bonfim (Brasil). En Sudáfrica hubo dos ordenaciones el día 18: la de Ngcebo Gift Mzobe, presbiteral, que tuvo lugar en la diócesis de Eshowe; y la de Siyabonga Banele Ndlovu, diaconal, en la diócesis de Witbank. Pocos días más tarde, el 24, se le unió en el diaconado Van Vien Tran, que recibió esa orden en Hanoi (Vietnam). Y en la misma fecha fue ordenado presbítero Federico Fernando Torres en la diócesis de San Roque (Argentina). Al día siguiente, fue el turno de Patrick Anasenchor, nuevo sacerdote de la archidiócesis de Tamale (Ghana). Y aún quedaban dos grandes alegrías para acabar el mes: las ordenaciones sacerdotales de Karlo Topalović en Požega (Croazia) y de Luis Rodrigo Rangel Sandoval en Ciudad de México, el 26 y el 28 respectivamente.
A todos ellos procuramos acompañarlos con nuestras oraciones y también con nuestras más cálidas felicitaciones. Rogamos al Señor para que sean buenos y fieles servidores en su Iglesia, y para que siga bendiciendo al mundo con el don de las vocaciones sacerdotales.