REGINA CAELI CON EL PAPA
Después del largo confinamiento, para muchos católicos de Roma fue una alegría saber que el domingo 31 de mayo, fiesta de Pentecostés, podrían volver a la Plaza de San Pedro, para rezar el Regina Caeli con el papa Francisco. En la foto se puede ver –aunque sus rostros estén parcialmente cubiertos por las obligadas mascarillas– a Francisco Sampieri (México), Benjamin Ng’ambi (Malaui) y Jairuz Oliquiano (Filipinas), tres seminaristas del Sedes Sapientiae. Como otras personas presentes en la plaza, con la debida distancia social, no quisieron perderse la oportunidad de acompañar más de cerca al Santo Padre y rezar con él y por él.
Tras dar como siempre los buenos días, el Papa comenzó precisamente resaltando su gozo por este reencuentro presencial con los fieles: «Ahora que la plaza está abierta, podemos volver. ¡Es un placer!» Luego, comentó el Evangelio de la Misa del día. Y sus palabras finales fueron de aliento para impulsarnos a vivir como cristianos, unidos entre nosotros y fomentando la unidad en la familia humana, la salida de esta crisis y la reconstrucción que habrá que acometer:
«Os deseo a todos un feliz domingo de Pentecostés. ¡Necesitamos tanto la luz y el poder del Espíritu Santo! La Iglesia los necesita para caminar de acuerdo y con valentía, dando testimonio del Evangelio. Y toda la familia humana los necesita, para salir de esta crisis más unidos, y no más divididos. Sabéis que de una crisis como ésta no se sale igual que se empieza: se sale o mejor o peor. Que tengamos el coraje de cambiar, de ser mejores, de ser mejores que antes y de poder construir de forma positiva la poscrisis de la pandemia».