Tras las celebraciones de Navidad y Año Nuevo, los seminaristas de primer año realizaron un viaje a la región de la Toscana, conocida en todo el mundo por su riqueza histórica. El viaje duró tres días e incluyó muchos lugares importantes de la región. El grupo, dirigido por don Juan y don Eduardo, estaba entusiasmado por hacer un viaje antes de reanudar las clases.
En Siena vieron las iglesias emblemáticas, especialmente la catedral. Seguidamente la torre inclinada de Pisa. Para muchos de los seminaristas, fue una gran experiencia conocer la realidad de algo de lo que sólo habían oído hablar y visto en imágenes.
Después, el grupo visitó Lucca, llamada la "ciudad de las cien iglesias". Y realmente hace honor al título, ya que se puede encontrar una iglesia en cada esquina. Este lugar era especialmente agradable, pues las luces navideñas seguían iluminando las calles todavía en enero. Por último, el tercer día se dedicó a visitar Florencia, una de las más significativas sedes del Renacimiento. Aquí pudieron admirar el Duomo en el corazón de la ciudad y muchas de las atracciones de importancia histórica.
Durante esta oportunidad de conocer Italia más profundamente, los seminaristas pudieron ver iglesias, arte y arquitectura intemporales, pero sobre todo fue una oportunidad para crecer en fraternidad entre sí. Después de tres días de oración, aprendizaje y visitas turísticas, los seminaristas regresaron a Roma renovados y preparados para concluir su primer semestre en Roma.